Viejita del alma

Dedicamos este poema, a las mamitas mayorcitas, o abuelitas que con su amor nos plantaron firmes y nos regaron de cuidados y caricias miles:

Los amores verdaderos se manifiestan por la perseverancia
Cuando se afirman caricias en medio del quebranto

Cuando renacen besos desde el profundo llanto
y los mimos, crecen en medio de horas de juego
ese abrazar sereno y la blancura de tu pelo me enseñaron
mi primer contacto con el abrazo de la vida.

El pelo que se volvió blanco por la nobleza y no por los años
esos ojos que descubrieron otro brillo, el de espejuelos
y el caminar más lento, como acariciando el viento,
cuando temerosas tus manos me dan la bendición…

Hay viejita de mi alma, el rigor de la vida no marchita tu piel
ni puede quebrar la tez, el mirar a tus hijos crecer
es en cambio, la sabiduría corona en tus cienes
la calma y la franqueza se volvieron consejos valiosos
valiosos más que el oro y la plata refinada

Viejita del alma… cuando tu abrazo no me envuelva
seré un pajarito trinando en soledad y reclamando el nido
y descubriré el brillar del sol en mis ojos tristes
de tristeza infinita, de inconsolable dolor

Feliz Día Viejita del alma, mamita adorada!
que Dios me permita tenerte más ratitos a mi lado